martes, 28 de junio de 2011

El último deseo

- Sopla bien fuerte y tus deseos se cumplirán.
Siguió mis instrucciones con la ilusión con la que los niños anhelan sus sueños.
Cuando tan sólo le quedaba uno por hacerlo volar, me dijo:
- Éste nos lo llevamos a casa.
Al ver mi cara de extrañeza me explicó su proyecto.
- Cuando ya me haya cansado de ser un gigante todopoderoso, de tener todos los juguetes que quiero y de alcanzar la luna con mis alas mágicas, me quedará un último deseo por cumplir:
Volver a ser como soy.

miércoles, 15 de junio de 2011

Dorian Gray

Creía en el amor a primera vista, pero su exigente miopía le impedía enfocar bien y su hedonismo vanidoso mutilaba cualquier acercamiento.
Su propio reflejo le cautivó y decidió quedarse allí. Esa misma tarde, y emulando a Dorian Gray, discutieron sobre cual de ellos sería a partir de ahora el personaje y cual el retrato.

martes, 7 de junio de 2011

Aullándole a la luna

Nunca sabré si perdí definitivamente la cordura intentando seguir de cerca tus huellas, o si ya había perdido el Juicio cuando me topé de frente con tu rastro. Sólo sé que me sentí lúcido en mi locura, sutil en mi torpeza.

Nunca sabré quién decidió comenzar aquel viaje a ninguna parte, quién fue el primero en quitarse el collar que nos ceñía el cuello. Sólo sé que me gustó vagar sin correas, sin ataduras. A tu lado.

Nunca sabré si fuiste tu quien quiso probar el sabor de mi boca, o si fui yo quien se aventuró a descubrir el tacto de tu lengua. Sólo sé que aquella noche las sombras se tornaron en luces,  las nubes me envolvieron en  caricias.

Si  le aúllo a la luna, el eco me devuelve los acordes de tus silencios.

                 Foto cedida por Álvaro Marín – Fotógrafo.

lunes, 6 de junio de 2011

Delirio insomne

A veces me imagino como una libélula, persiguiendo insectos en un campo de girasoles. Con el cuerpo frágil, estilizadas alas y  ojos cubiertos por tupidos coladores que me impiden ver con claridad.

A veces me imagino como un girasol, persiguiendo las caricias de unas alas de libélula. Con el tronco erguido y la cabeza girando en torno al sol. Destilando espesas lágrimas.

A veces creo que debería tomar ansiolíticos, o dormir más.