viernes, 21 de junio de 2019

Cuentos ENTCadenados

Regateé como pude el precio del utilitario. A las mujeres en los concesionarios nos tratan como si fuéramos imbéciles. Son esos pequeños micromachismos cotidianos. Como cuando pides con tu chico una caña y un café, y el café sabes que te lo servirán a ti.
-–2.084 euros y no subo más, le dije tratando de imponerme.
Me miró con esa sonrisa de macho alfa frente hembra rubia en edad reproductora.
– Vale, (le faltó decir nena). Te llevas una ganga.
Él sabía que me estaba estafando y yo, que los billetes eran falsos.
Las rubias siempre fuimos tontas.

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jueves, 20 de junio de 2019

El penúltimo tema


Debitum

    Otra noche en vela con la única compañía de las pajaritas de papel en fila india sobre el escritorio. La más grande, confeccionada con la factura del alquiler del despacho; la más bonita, el recibo de telefonía con llamativos colores; ordenadas minuciosamente, una serie minúscula de aves picudas vestidas con las páginas del código civil.
    Al rescate de mi soliloquio nocturno habitual acuden las luces de neón del otro lado de la calle. Club, reza el cartel. Así, sin más; ni membretes solemnes ni togas ni balanzas. Club. Sólo cuatro letras y una afluencia constante de clientes que me hacen pensar en tomar la decisión de decretar el cierre de mi local. La noche no entiende de leyes.

Relato seleccionado para el concurso de la Abogacía Española del mes de junio

miércoles, 5 de junio de 2019

Un tipo afortunado

De toda la vida sabemos que si bizqueas durante mucho rato puedes quedarte así, que si comes zanahorias, aunque las aborrezcas, te mejora la vista  y que si te tocas ahí, puedes quedarte ciego. 
Por eso elegimos a Joserra, el tuerto, como líder de la pandilla. Por osado y porque cuando vamos a su urbanización nos metemos al agua sin esperar a la digestión. 
Suerte la suya de no tener madre.