Restos de lágrimas en las mejillas se precipitan por la
nariz a su boca hasta colarse por ese diente de oro que tantas veces he
tenido tan cerca.
Sor Trini sólo llora una vez al año. El último día de curso,
cuando abre el portón que da acceso a la calle y una a una nos va dando el
último consejo.
-Álvarez repase la
trigonometría este verano.
. Tejerina, a ver si
leemos más…
- Martínez,- hoy
sí le mantengo la mirada. Hoy no me aterra,–Martínez,
repite buscando las palabras. -Sea usted
buena. Y ahí ya, su gimoteo se convierte en hipo.
Fotografía de Alécio de Andrade
Ay Martinez... je je.
ResponderEliminarMe costó algo entender el final, que con los dialogos me lío un poco, problema mío, como diría Ximens, je je.
Tantas cosas que se esconden tras las puertas cerradas, muy bueno Piel.
Un abrazo.
Este micro destaca por cuanto elide, Piel y eso es lo que lo hace crecer a los ojos del lector.
ResponderEliminarPegado a la realidad, nos invita a cocrear la historia que no nos es contada.
Gran trabajo.
Ya había venido más temprano y no pude dejar un comentario, con lo que he gozado más en la relectura.
Un abrazo,
Gracias chicos. Es cierto, en este micro decidí eludir detalles, con el riesgo de que pudiera no entenderse.
ResponderEliminarVeo que vosotros habéis sacado vuestras propias conclusiones. Con eso ya me siento satisfecha.
Abrazos de vuelta.