La mujer que iba en el coche a mi lado, tenía un vestido
vaporoso de seda blanco y generoso escote, que no dejaba atisbo alguno a la
duda para apreciar la belleza de su cuerpo.
Haciendo uso de una sutil coquetería, bajó el parasol del vehículo
para pintarse los labios, momento en el que pude vislumbrar a través del espejo
de cortesía sus sonrientes ojos.
Me sentí afortunado, había hallado en esa curva angosta a la
mujer más bella del universo. Quise rozar su piel cuando me sorprendió un
acantilado ante mis ojos y descubrí que
el coche no respondía.
Me gusta mucho Piel, nada hace sospechar el batacazo final y que la chica fuera tan famosa.
ResponderEliminarQué bellos son los fantasmas...a veces.
;)
Hola Piel de Retales. El atestado de la Guardia Civil rezaría lo siguiente: una curva, una chica irresistible y un hombre de los que pierden sus miradas por los escotes. El precipicio acabó la historia. Le pueden quitar todos los puntos. Ya no los necesitará.
ResponderEliminarMucha suerte para los próximos. Feliz 2014
Vale Piel, lo reconozco, tu chica de la curva es mas bella y mas discreta realizando su trabajo, pero si entramos a hablar de la producción....:-)
ResponderEliminarFuera de bromas, buen relato, buena trama y precipitado giro final.
Feliz 2014. Te seguiré leyendo.
Debió sospechar al ver la montonera de coches barranco abajo, pero claro, para eso debería haber estado mirando la carretera en vez de, si es que nos perdemos, nos perdemos, je je.
ResponderEliminarBeso en la piel de este nuevo año.
Fantástico relato, te felicito sinceramente, al tiempo que aprovecho para desearte un 2014 en compañía de tus buenas letras. Un saludo.
ResponderEliminarVaya, yo la vi un rato antes haciendo dedo, pero no la subí al coche. Mi mujer me prohíbe que recoja a desconocidas con escote. Es lo que tiene estar casado.
ResponderEliminarSalud-os