Escoge con calma las alubias, para
que ninguna piedrita se cuele en el guiso. Selecciona el cuchillo más afilado
de la tacoma para cortar con movimientos
secos la berza, dejando escapar en cada tajo un suspiro apenas perceptible. El
filo golpea la tabla de madera desnuda, desabrida, seca, como el portazo que se
quedó alojado en sus oídos.
La emprende ahora con la cebolla.
La desnuda despacio, se deleita en cada capa, en cada recodo, como lo hiciera
él, apartando los nudos que atan sus curvas. Le imagina a su lado y el aceite
comienza a hervir.
Una lágrima se desliza hasta su
boca. Su sabor le recuerda que debe añadir la sal y la pizquita de
pimentón. Escucha tras de sí entornarse
la puerta de la cocina y cierra los ojos, esperando el beso por la espalda que
se diluye con el agua ante las palabras del niño.
-
Mamá, ¿estás llorando?
-
No, cariño, son estas malditas cebollas.
El chop chop de las alubias acalla
su bronco palpitar
Bajo el lema "a qué sabe Cantabria", este relato se ha alzado con el primer premio del I concurso de relatos del Parlamento Cántabro. Podéis ver el resto de relatos entre los que se encuentran los de grandes compañeros de letras pinchando en la fotografía.
Felicidades!!!
ResponderEliminarEk chop chop de una fabes siempre...
Qué bien contado, medido e hilado todo.
Felicidades de nuevo.
Felicidades, Raquel. Es el típico relato metáfora de situación donde se intuye la historia no contada. Has sabido cocinar las letras con el sabor necesario. Ahora ten cuidado con el premio que engorda.
ResponderEliminarMuchas felicidades Piel..., el premio es bien merecido porque el relato es precioso. De nuevo e felicito.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Raquel, muy bueno. Evocador, significativo, doloroso.
ResponderEliminarGenial la simbiosis cocido montañés/ sentimiento a flor de piel.
FELICIDADES!!!
Un abrazo
Precioso, Raquel. Quise haber ido para conocerte y aplaudirte, pero una reunión me lo impidió. Tengo que felicitarte por tu calidad, elegancia, sensibilidad...
ResponderEliminarFelicidades, Raquel.
Precioso, Raquel. Quise haber ido para conocerte y aplaudirte, pero una reunión me lo impidió. Tengo que felicitarte por tu calidad, elegancia, sensibilidad...
ResponderEliminarFelicidades, Raquel.