Hoy he cerrado tus cajones
con siete llaves
y cinta de embalar mentiras.
Hoy he sellado la cerradura
aplastando en ella el último pitillo
que fumamos a medias.
Hoy al fin,
y aunque sirva de redundancia,
te he puesto fin.
Mañana, seguramente con la resaca,
vuelva a barrer el suelo
para buscar con cautela
alguna brizna de ti.
Es lo que tiene el amor... ¡Cuánto más duele, más nos engancha! Un placer haberte descubierto y leerte. Un abrazo.
ResponderEliminar