Vinieron tiempos duros,
como el pan que humedecieron en
lágrimas.
No por tristeza,
sino por falta de aderezo.
Vinieron tiempos duros,
difíciles,
rudos,
y al infortunio lo recibieron
con un beso,
y a la desdicha,
con una sonrisa.
Vinieron,
y probablemente se quedaron,
y seguramente los asediaron.
No fueron conscientes.
Dicen que los encontraron,
mirando,
hacia otro
lado.
De resistencias y defensas.
ResponderEliminarMe gustó Raquel, y aprovecho para felicitarte, aun con retraso, por un nuevo año de experiencias.
Un besazo.