De esa de la que tú no quieres hablar, hace tiempo que conozco su
nombre. Se hace la despistada conmigo cuando merodea por nuestra casa, me mira
de reojo, con altanería.
Al principio me dio miedo, reconozco que me produjo cierto
desasosiego y que desveló muchos de mis sueños.
Con el tiempo asumí que era a ti a quien quería.
Hoy os he seguido. Os he visto felices, subir de la mano a nuestra
alcoba.
Cuando sigilosamente entorné la puerta, la sorpresa fue mayúscula
al atisbar en mi lado de la cama, y no en el tuyo, su guadaña.
Otro intento frustrado de entrar en la gloria del REC
Buenas.
ResponderEliminarLa verdad que se lo he comentado a Fernando Martínez también, que lo bueno de los despojos es poder leernos y ver que hay muchas más formas de usar la frase inicial. Me gusta mucho como desarrollas tu historia en el segundo párrafo y nos arrastras hasta ese final. Un abrazo.
Gracias Pablo.
ResponderEliminarEs cierto que esa es la idea que debemos transmitir entre nosotros y que lo importante es el valor que le demos a título particular.
El resultado del concurso estas primeras semanas está siendo decepcionante, pero confío en que pronto se retome la búsqueda de la genialidad que sin duda destilan muchos despojos.
Besos. Nos vemos entre las letras.
Ay. Qué bueno, me sorprendiste muy mucho con ese final Raquel, muy bien.
ResponderEliminarUn beso en la piel.
Gracias Miguel. La idea era la sorpresa. si contigo lo conseguí, feliz como una perdiz. Besotes
EliminarSi creo que tenéis razón y muchos de los descartados se merecerían estar en el podium, pero no puede ser siempre. Animo y a no desmoralizarse
ResponderEliminarNo es una cuestión de podium, en cuestión de "perder" podría hacer un decálogo de buenas costumbres.
EliminarSe trata de darle a este concurso la relevancia que siempre ha tenido y que estas semanas se ha visto empañado con relatos más que flojos, pero Gloria te invito a participar en Facebook en el grupo de honrosos "perdedores" que formamos los Despojados del REC, donde podrás descubrir que no sólo yo opino así.
Con esto cierro este asunto en mi blog, que está destinado a todo el público.
La muerte debe ser una peligrosa rival en cuestiones de amor, en las que como ya se sabe, todo vale.
ResponderEliminarBuen intento, suerte en la próxima.
Un saludo.
Gracias Juancho.
EliminarOjalá todo valiera para el amor, la guerra e incluso la muerte, Pero esto sí es un cuento del que no depende sólo de nosotros el final.
Un beso.
Realmente bueno. Me gusta como lo has desarrollado. Enhorabuena.
ResponderEliminarGracias Juan Antonio.
EliminarSaludos.
Me ha encantado esta entrada. Yo jamás habría dicho tanto con tan pocas palabras.
ResponderEliminarSaludos
Lo hubieras dicho de otra forma, pero también en retales. Me encanta compartir contigo esta afición por las pequeñas cosas ;)
EliminarPiel, a mí también me has sorprendido, no me lo esperaba. Me ha gustado muchísimo. No sé lo que es el REC, por lo que comentáis es un concurso no?...
ResponderEliminarNo sé cómo será lo demás pero lo tuyo es muy bueno.
Saludos!
Gracias Pulga. Te envío un correo con todos los datos al respecto.
EliminarBesos.
Final sorprendente, felicidades por tu relato Raquel. Un saludo.
ResponderEliminarGracias. Encantada de verte por aquí.
EliminarSalu2
Es muy bueno tu relato. A mí también me ha pillado por sorpresa el final.
ResponderEliminarUn abrazo.