Cruzo las manos sobre el pecho , Voy a rezar.
Rezar para que sean las tuyas las que estén en el mío, las que me suban al cielo, o mejor aún, al infierno.
Busco tus manos, a oscuras, en el sombrío vacío del colchón, en el hueco denso del corazón.
Cuatro esquinitas, tiene mi cama, cuatro esquinas sin bolsos, pero putas, muy putas, que me recuerdan que no estás y no volverás.
Relato para los “Viernes
creativos” del blog El Bic
Naranja de Fernando Vicente.
Esta vez la foto propuesta es de Sydney Sie.
La soledad es especialmente dura por las noches, entre la inmensidad de una cama vacía.
ResponderEliminarBesosss!!!