aferrada con fuerza a estas dos copas,
la de ginebra con limón y la del árbol
-donde sellaste nuestro beso con navaja-
Me dolieron las noches,
las perchas vacías
el insomnio de los ácaros
buscando como yo, tu piel para adherirse.
Y así, con la cama ilesa,
pasaron los años,
los solsticios,
tú.
y de mí, comenzaron a decir
que me faltaba un hervor...
(también algún verano)
Para #pasionesdeverano de Zenda Libros
Es muy bonito. Muchas felicidades.
ResponderEliminarBesicos muchos.