Antes de que vuelva papá, dejaremos en libertad a Lorenzo. Hoy
es el día que tiene previsto matarlo. Sabes que es implacable y lo hará sin
piedad si no conseguimos evitarlo.
Mi hermana se aprieta las coletas nerviosa. Sus pequeños
ojos azabaches me sonríen en un cómplice centelleo.
- ¿Cuál es el plan?
- Tú sólo vigila que nadie se acerque.
Lorenzo estaba tranquilo, no era consciente de que su vida
pendía de un hilo. Abrí la puerta y tuve incluso que empujarle.
Aquella noche mi abuelo se negó a cenar. Dice que si no hay
pavo, no hay Navidad.
Mi aportación a los relatos en cadena de esta desagradable semana. En un ejercicio de catarsis tuve que reírme. Lo hice escribiéndolo y también haciendo la foto.