miércoles, 28 de diciembre de 2011

Fruto de mi vientre


Raíces que me atan a la tierra,
Sonrisas con sabor a hierbabuena. 

Trazos por plasmar,
Versos por esbozar,
Líneas divergentes,
Unidas por el verbo amar

vidas cosidas sin hilo,
puntadas rallando este vinilo...
Click, Te quiero
Click, Te quiero
Click, Te quiero


sábado, 10 de diciembre de 2011

Ausencias


Solía esperarle sentada frente a la ventana.
Aquella noche, como tantas otras… no llegó.
Buscó el hueco del colchón que dejó su ausencia,
lo notó más cálido que de costumbre.


martes, 15 de noviembre de 2011

Humus


El crujir de las hojas bajo mis pies,
advierte a los árboles de mi llegada.
Cada uno alberga un diccionario en su corteza,
con extrañas palabras que salen a mi encuentro.

Las letras cobran vida,
comienzan a reptar por mis piernas,
se cuelan por debajo de mi ropa.

Quieren desvelarme el secreto de tus silencios,
Escribir en mi piel tus caricias.



domingo, 6 de noviembre de 2011

Rememofagia


Y nada más existió hasta el próximo tren.
Acomodada en el andén, observó a la luna cubriéndose con un manto metálico, deslumbrante, afilado. Como el bisturí con el que disecciona sus recuerdos minuciosamente. Para engullirlos, digerirlos, tratar de asimilarlos sin atragantarse.
El silbido del siguiente tren quebró la atmósfera. 
Su complejo proceso de digestión había finalizado.
Aquellos ojos color miel se apearon frente a ella. 
Le abrieron nuevamente el apetito.

domingo, 30 de octubre de 2011

Sicalipsis

Entregada y con la voz trémula, la orquídea sólo pudo susurrarle a la abeja:
VEN

Foto cedida por Fuga. Artista multidisciplinar. 

martes, 25 de octubre de 2011

Subsistencia

Esperó a que la noche le cubriera con su manto de complicidad y ahuecó sus plumas. 
Volvió nuevamente a contar sus huevos. 1, 2, 3, 4 y 5. Cuando salgan del cascarón no habrá espacio para todos, pensó. La golondrina cerró sus ojos y buscó al más débil con su pico. 
Lo arrojó al vacío y cubrió apresuradamente a los demás. Seguramente para impedir que escucharan el verdadero sonido de la naturaleza, el cruel, el implacable, el racional.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Sin Meta

Intentó beber para olvidar, pero cada copa empapaba su álbum de recuerdos con las fotos que no fue capaz de hacer.
En una de tantas resacas de caricias no absorbidas, sus pies le condujeron al asfalto.
Cada paso retumbaba como un golpe seco en la cabeza.
Sin disciplina ni técnica depurada, supo enseguida que había nacido para correr.
Era consciente de que no era más que un acto de cobardía, una huída de su anidado enjambre de desengaños, un efecto retardado de su implacable ocaso, pero le gustó la aceleración trepidante de su pulso, la excitación desmedida de su respiración.
Tropezó con otros pies. No les sintió extraños, podrían incluso ser los suyos propios. No dijo nada... Se sintió bien.

lunes, 22 de agosto de 2011

El alquimista

Mixturar una lágrima, una gota de sudor, una chispa de lluvia tórrida.
Hacer de tu suspiro un mantra, de tus sueños un brebaje.
Fusionar un lamento, una tenue sonrisa, un respiro en el bochornoso verano
Hacer de tu aliento un tantra, de tu viaje mi Pócima.

Hay que joderse… empiezo a sospechar que le echas algo a los cigarritos que me lías…

miércoles, 17 de agosto de 2011

"Quizá estar vivo sea esto: perseguir instantes que mueren."
(Muriel Barbery)





martes, 19 de julio de 2011

Fantasmas

Su nombre es ridículo, Elisabeth Castañuelas,  pero lo es más su aspecto, tan sólo una sábana de cuadros de colores cubre su nacarada piel.
No le gustan las cadenas, ni hace ruido al andar. Tampoco emite ruidos terroríficos, no sé bien si por discreción o por timidez.
Su torpeza le impidió aprender a traspasar paredes, por eso cada noche le dejo las llaves bajo el felpudo.
Se introduce en mis sueños sin pedir permiso. Merodea entre mis recuerdos y juega a colocarlos, a desbaratarlos a su antojo. Reemplaza imágenes turbias en blanco y negro por atardeceres de colores, desgarra mis lamentos y los esconde suavemente entre los frunces de mis sábanas. Recita versos que siempre quise escuchar, para acallar los que nunca debí oír.
Cuando pretendo abrazarla, se desvanece entre los sueños, por eso le dejo mensajes en el espejo de la habitación. Ayer me explicó su presencia en mi vida; lo hizo pintando un mensaje con mi lápiz de labios:
- Me da miedo la oscuridad

A Guille, trovador en ciernes, por regalarme este relato.

lunes, 11 de julio de 2011

Orfebre del silencio

Como cada día se sienta en el mismo banco. Sus ojos, azabaches y redondos, como las moras de los zarzales, se clavan plácidos en el paseo. Con la quietud de quien se halla en calma al haberle arrebatado las manecillas al reloj, con el centelleo de quien, a pesar de su edad, aún espera una caricia que le haga estremecer.
No habla con nadie, como si en la vastedad de su silencio pudiera alcanzar todas las cosas que calla. Como si el resto del mundo no fuera consigo. Como si viviera en otro lugar. En uno lejano, inexistente, en el que los días caen de un almanaque de hojas de colores.
Como un orfebre pule las palabras, pese a saber que tampoco hoy, éstas vendrán en su auxilio.

martes, 28 de junio de 2011

El último deseo

- Sopla bien fuerte y tus deseos se cumplirán.
Siguió mis instrucciones con la ilusión con la que los niños anhelan sus sueños.
Cuando tan sólo le quedaba uno por hacerlo volar, me dijo:
- Éste nos lo llevamos a casa.
Al ver mi cara de extrañeza me explicó su proyecto.
- Cuando ya me haya cansado de ser un gigante todopoderoso, de tener todos los juguetes que quiero y de alcanzar la luna con mis alas mágicas, me quedará un último deseo por cumplir:
Volver a ser como soy.

miércoles, 15 de junio de 2011

Dorian Gray

Creía en el amor a primera vista, pero su exigente miopía le impedía enfocar bien y su hedonismo vanidoso mutilaba cualquier acercamiento.
Su propio reflejo le cautivó y decidió quedarse allí. Esa misma tarde, y emulando a Dorian Gray, discutieron sobre cual de ellos sería a partir de ahora el personaje y cual el retrato.

martes, 7 de junio de 2011

Aullándole a la luna

Nunca sabré si perdí definitivamente la cordura intentando seguir de cerca tus huellas, o si ya había perdido el Juicio cuando me topé de frente con tu rastro. Sólo sé que me sentí lúcido en mi locura, sutil en mi torpeza.

Nunca sabré quién decidió comenzar aquel viaje a ninguna parte, quién fue el primero en quitarse el collar que nos ceñía el cuello. Sólo sé que me gustó vagar sin correas, sin ataduras. A tu lado.

Nunca sabré si fuiste tu quien quiso probar el sabor de mi boca, o si fui yo quien se aventuró a descubrir el tacto de tu lengua. Sólo sé que aquella noche las sombras se tornaron en luces,  las nubes me envolvieron en  caricias.

Si  le aúllo a la luna, el eco me devuelve los acordes de tus silencios.

                 Foto cedida por Álvaro Marín – Fotógrafo.

lunes, 6 de junio de 2011

Delirio insomne

A veces me imagino como una libélula, persiguiendo insectos en un campo de girasoles. Con el cuerpo frágil, estilizadas alas y  ojos cubiertos por tupidos coladores que me impiden ver con claridad.

A veces me imagino como un girasol, persiguiendo las caricias de unas alas de libélula. Con el tronco erguido y la cabeza girando en torno al sol. Destilando espesas lágrimas.

A veces creo que debería tomar ansiolíticos, o dormir más.

sábado, 28 de mayo de 2011

Crucigrama Blanco

Soy despistada, desordenada y a veces incluso despiadada con las palabras. Las pierdo entre los bolsillos, al lado de los paraguas que olvido en cualquier bar, se me caen cuando me distraigo.
Si las plasmo en un papel, las emborrono con gotas de cerveza, con estúpidas lágrimas o con la lluvia que dejo que se filtre por mis paredes… 
Me pinto los labios para que se queden atrapadas entre el carmín, las muerdo, las mastico, las engullo… y cuando me despisto no solo tropiezo con ellas sino que cansada... las pisoteo.
Ayer me ocurrió algo novedoso. Me sentía bien, incluso me atrevería a decir FELIZ. Tanto, que perdí el control. Decidí incluso darles libertad. Que camparan a sus anchas, que brotaran, que fluyeran. 
Muchas de ellas no se atrevieron a moverse, otras, las más crueles, conocían bien el camino y tuvieron su ratito de gloria. Las menos, las que nunca salen, las que tengo vetadas, lo hicieron simuladamente, a escondidas. En un momento de  descuido, se dieron la vuelta. Me miraron fijamente y se revelaron. Me cosieron los labios y huyeron buscando otros.
Me dejaron sin palabras.

lunes, 16 de mayo de 2011

Puntos de sutura

No cosas mis heridas,
déjalas tiernas,
para que pueda escupir en ellas,
para echarles sal o vinagre.

No cures mis heridas,
déjalas frescas,
para que pueda regocijarme en ellas,
para sentir que tienen fiebre.

No calmes mis heridas,
Déjalas vivas,
Para sentir que aun me haces mella,
por percibir que aún estás cerca.

sábado, 14 de mayo de 2011

Avec  ma solitude  - Noches con Moustaki-


Lo había perdido casi todo.
Derrumbado se recostó en las rejas del olvido.
Fue entonces cuado advirtió la presencia de su sombra.
La miró, le miró, se miraron…
lo hicieron en silencio, sin maquillaje,
como el ensayo de un mimo ante el espejo.
Una nube difuminó la sombra hasta convertirla en nada.
Sonrió entonces a su soledad, se sintió acompañado.

sábado, 7 de mayo de 2011

Sin acuse de recibo

El mismo sabor a hiel de tus besos, se alojó en mi lengua tras pegar el sello. 
En un arrojo de coraje impropio de mí, introduje la carta en el buzón.
Este será mi último acto de cobardía, mi último adiós.
No quiero volver a escuchar tus disculpas, tus excusas, tus promesas de que ésta será la última vez que descargas tu furia sobra mí.
Me voy y lo hago lejos, donde no puedas encontrarme nunca.
Lo que más me duele es lo que te pongo en el remite: “Ya no te quiero”,
 y me duele porque sólo yo, sé que no es cierto.

lunes, 2 de mayo de 2011

Mifi

Mi gato es un tirano, un déspota.

Lo encontré una noche de cielo lóbrego. Desvalido, famélico, magullado, herido, indefenso, sólo, perdido y probablemente, abandonado.
Con  aquellos zalameros ojos azules y su pelaje hecho jirones, comenzó a acurrucarse entre mis piernas, a enmarañarme en sus deseos, a embaucarme con sus ronroneos. Me dejé seducir y no por lástima, sino porque probablemente necesitaba sus caricias más que él.
Me lo llevé a casa.
Le atendí, cicatricé sus heridas, le di todo lo que pude o supe darle, hasta que su aspecto mejoró, hasta que se sintió fuerte.
Ahora las cosas han cambiado. Me ha enseñado sus garras, sus afilados dientes y ahora soy yo la que se siente magullada, indefensa y perdida
Mi gato es un tirano, un déspota, pero ya no me duelen sus heridas, lo que realmente me lastima es que cada vez se parece más a ti.

sábado, 30 de abril de 2011

Primavera sesgada

Un apuesto joven al que besó en los labios con dulzura una resplandeciente mañana del mes de abril, le sesgó la vida meses después.
Se dejó embriagar de primavera y cerró los ojos para besarle. Cuando decidió abrirlos, fue demasiado tarde. La misma venda que usó para cubrirlos, le asfixió el otoño.

Infiel

Nos encontramos en la noche como lobos hambrientos,
Con las maletas cargadas de excusas que contar.
Nos vimos a contraluz, en blanco y negro,
 como una fotografía antigua.
Imaginé la sombra del engaño apuñalándome en la espalda.
Jugando con fuego y deseando arder en tu infierno.
Sin poder poner remedio a lo inevitable.
Deseando que aquella noche terminara cuanto antes 
y ansiando que el reloj se parara en aquel instante.
Nos despojamos de nuestras mochilas llenas de cargas.
Tus responsabilidades envolvieron las mías,
 colgando un cartel de “cierre por derribo”.
Al llegar la medianoche se nos acabó el tiempo como a Cenicienta.
Una última copa en un viejo antro. Un Taxi para ti, otro para mí.
Hasta nunca, pensé,
 pero mis labios sólo pronunciaron un susurrado Gracias.

jueves, 28 de abril de 2011

Ángel de asfalto

He soñado contigo sin saber que soñaba
He llorado tu ausencia, sin aún conocerte
He sonreído contigo sin percibir siquiera tus labios
He desnudado tu cuerpo tantas noches, 
que sin verlo, conozco ya todos sus rincones.

Con semblante abatido,
Con la faz marchita,
Con el desánimo calándome los huesos, 
me senté a esperarte.

Con el brío y el desorden con que los niños salen al recreo, llegó la primavera.
Una voz… Tu voz, me despertó por la espalda.
Al volverme supe que los ángeles no tienen alas,
Que aparecen cuando uno menos los espera.