martes, 17 de noviembre de 2015

Mimos

Vuelven a dejarlos debajo de sus camas. Les tengo dicho que lo hagan así para evitar que puedan golpear los orinales al levantarse.
A María se lo compré rosa, no por distinción sexista, sino porque es su color favorito, y a Amadeo, blanco, porque es merengue desde que nació.
Él moja las sábanas de vez en cuando. Le riño pero no me escucha, está en su mundo. No me preocupa, supongo que son cosas de su edad.
 Ella no quiere llevar pañal, se siente muy mayor.
 - No me trates como a un bebé, me reprocha con las mejillas de mil colores que se pinta cuando me coge el maquillaje. A pesar de todo, me hace sonreír.
 - Mamá, le digo, ¿sabes? Te quiero mucho.


viernes, 6 de noviembre de 2015

Embocando

Me inundo de bocas con corbata,
de voces engoladas y lenguas 
por encima del hombro. 

Me ahogan las bocas sonoras,
con tacones y medias de cristal, 
altaneras, abrigadas en carmín.

Me anego de bocas 
y me prescribo oídos sordos,
con la única expectativa
de escucharte decir “Bésame”.

(Para los viernes creativos del blog del Bic Naranja, hoy con ilustración de Jaya Nicely)

lunes, 2 de noviembre de 2015

Quince minutos de gloria

Vuelven a ser invisibles, de nada sirvió que Aylan vistiera ese día sus mejores galas, que su madre se hubiera empleado a fondo en limpiarle los zapatos.  Estás precioso, le dijo antes de partir.
De nada sirvió que aquel viaje le convirtiera en el niño más famoso, que su foto diera la vuelta al mundo.
Él fue náufrago y mensaje en la botella, refugiado y morador de conciencias. La marea lo escupió porque el mar no fue capaz de tragarse tanta pena.
Ya nadie habla de él, ni de los demás, quizá esto también sea cosa del cambio climático.

Fragmento de una viñeta de Gallego & Rey