A Guille
La Paloma Luciana
Está triste. Se ha negado a volar.
Sólo salta de rama en rama,
se escolinga por las hojas de la
retama.
Quiere comprarse una escoba
Y no para parecerse a la ratita esa Maruja,
Que se acicala y embelesa a ver quien la besa,
Sino porque quiere ser realmente una bruja.
No sabe de magia, ni de hechizos,
Pero sí de sueños bajo los voladizos.
Quiere salir de aquel nido y ver mundo,
Algo que no entiende su marido, el Raimundo.
Al que la idea lo tiene iracundo.
¿Quien, si ella se va, cuidará de los polluelos?
¿Quien, si ella no está, preparará tan ricos buñuelos,?
¿Quien, le cuidará cuando ya sea
abuelo?
La Paloma Luciana
Hace tiempo que no canta
Ya no encuentra calor bajo su
manta.
Tan sólo con Raimundo quería estar
junto a la lumbre
Pero no siente ya que le
deslumbre .
Raimundo está preocupado.
Es avispado a pesar de no
haber ido a la escuela
y sabe que aunque ella no vuela,
sus alas se elevan por
otras callejuelas.
El palomo trató de escuchar
al tiempo,
Se dejó azotar por el
viento,
Preso de un impulsivo
arrebato,
entró decidido en la
alcoba,
Cogió a su amada en su
regazo
Y la llevó a comprar
una escoba.
La Paloma Luciana,
Se sintió de nuevo
amada, halaga, entusiasmada,
La Paloma Luciana,
no necesita ya una
escoba, ya no está sola.
La Paloma Luciana,
Bate sus alas de
nuevo, ya tiene compañero de vuelo
Maravilloso, tierno...Me ha encantado.
ResponderEliminar;)
Como me gusta que siempre cubras mis retales con flores. Gracias.
ResponderEliminar