jueves, 6 de septiembre de 2012

Contigo, bajo el puente


Vaga errante, humeante en los efluvios de Don simón.
En los de Don Perignon, cuando asciende a la azotea
de los cielos sin ascensor.
Sus sueños se cubren con los cartones de un televisor.
El maldito hedor es un fiel huesped en su pantalón.

Es un nómada del viento,
Un arlequín en el desconcierto.          

Hace días que se ha enamorado de mí,
Sin que supiera que sólo,
sólo soy un maniquí.


(Esta fotografía me hizo ganadora del concurso del I concurso de Fotografía del centro comercial "Palencia Abierta" 2012)




2 comentarios:

  1. Triste, esta pieza me ha dejado triste. ¡Cuánta desdicha!

    Un abrazo,

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  2. Puede ser que él no sea un desdichado y haya elegido voluntariamente esa forma de vida. Quizá la verdadera desdichada sea la maniquí, de saberse amada y no poder corresponder.
    Salu2

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