La muerte se ha olvidado de nosotros y también de las ratas, que nos despiertan con su corretear entre las mantas, o el afilar de sus dientes en la madera de las literas.
– También ellas pasan frío aquí, dicen los que ya han sobrevivido otras nevadas en este infierno y lo dicen con esa quietud lacerante que se filtra entre los huesos, allí donde alguna vez tuvimos carne.
Hoy se ha colado por la alambrada una mariposa; sus colores rojizos destacaban sobre el gris, sus alas me trasladaron a otros momentos, creo incluso que lloré; pero su cuerpecillo es insípido. Prefiero las ratas.
Es un relato muy bueno, Raquel. Hace poco he visto una película-documental sobre el tema de la gente que se queda atrapada y en condiciones miserables por culpa de una alambrada y tu texto es otro grito contra esa realidad tan triste. Genial. Lo comparto :)
ResponderEliminarLo oi en directo y me dije: tengo que comentarle algo a mi excompi de taller, pero luego se me fue el santo al cielo. El año pasado estuviste a un tris de ganar a ver si este año das el campanazo. !Suerte!. Miguel A. Páez
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