sábado, 30 de abril de 2011

Primavera sesgada

Un apuesto joven al que besó en los labios con dulzura una resplandeciente mañana del mes de abril, le sesgó la vida meses después.
Se dejó embriagar de primavera y cerró los ojos para besarle. Cuando decidió abrirlos, fue demasiado tarde. La misma venda que usó para cubrirlos, le asfixió el otoño.

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