martes, 16 de septiembre de 2014

Mein Führer

Como un bigote a lo antiguo, debajo de su nariz, pega un trozo de fieltro negro que encuentra bajo la pata de una silla.
Acciona la palanca, abre el cerrojo e inserta el peine con cinco balas. Seguro que sobran cuatro, pero toda precaución es poca.
Apoya el Mauser sobre su hombro, no le temblará el pulso como hace 60 años.
Vuelve a errar. Los ojos de su rehén le devuelven aquella temblequera, aquel impulso a salir corriendo y cae al suelo.
Los cuidadores del asilo corren en su ayuda.
Preso del pánico, aún mantiene el palo de la escoba en sus manos.

      Imagen: Werner Bischof / Magnum Photos. Alemania 1945

8 comentarios:

  1. Mal consejero es el odio. Muy buen final, me ha gustado mucho. Felicidades y suerte para la próxima.
    Besicos muchos.

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  2. Y a mi que los bigotillos estos con 'reminiscencias'me dan repelús...pero el tuyo es francamente bueno. Un beso preciosa.

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  3. Con algunos no se sabe, si perdieron la cabeza con el tiempo, o nunca la tuvieron. Me engancha el ritmo que le das al relato Raquel.

    Un beso en la piel.

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  4. Gran relato Piel. Excelente pulso narrativo y gran final.

    Felicidades.

    Un saludo.

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  5. Ese trozo de fieltro negro me parece un puntazo en el micro. Buen intento.

    Un abrazo,

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  6. Me parece un "micrazo". Me llama especialmente la temática que has escogido. Más sentido no se le puede dar a unas letras. Suerte para el siguiente :)

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