domingo, 25 de enero de 2015

Cocido montañés

Escoge con calma las alubias, para que ninguna piedrita se cuele en el guiso. Selecciona el cuchillo más afilado de la tacoma para cortar  con movimientos secos la berza, dejando escapar en cada tajo un suspiro apenas perceptible. El filo golpea la tabla de madera desnuda, desabrida, seca, como el portazo que se quedó alojado en sus oídos.

La emprende ahora con la cebolla. La desnuda despacio, se deleita en cada capa, en cada recodo, como lo hiciera él, apartando los nudos que atan sus curvas. Le imagina a su lado y el aceite comienza a hervir.

Una lágrima se desliza hasta su boca. Su sabor le recuerda que debe añadir la sal y la pizquita de pimentón.  Escucha tras de sí entornarse la puerta de la cocina y cierra los ojos, esperando el beso por la espalda que se diluye con el agua ante las palabras del niño.
-          Mamá, ¿estás llorando?
-          No, cariño, son estas malditas cebollas.

El chop chop de las alubias acalla su bronco palpitar

Bajo el lema "a qué sabe Cantabria", este relato se ha alzado con el primer premio del I concurso de relatos del Parlamento Cántabro. Podéis ver el resto de relatos entre los que se encuentran los de grandes compañeros de letras pinchando en la fotografía.

6 comentarios:

  1. Felicidades!!!
    Ek chop chop de una fabes siempre...
    Qué bien contado, medido e hilado todo.
    Felicidades de nuevo.

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  2. Felicidades, Raquel. Es el típico relato metáfora de situación donde se intuye la historia no contada. Has sabido cocinar las letras con el sabor necesario. Ahora ten cuidado con el premio que engorda.

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  3. Muchas felicidades Piel..., el premio es bien merecido porque el relato es precioso. De nuevo e felicito.
    Besicos muchos.

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  4. Raquel, muy bueno. Evocador, significativo, doloroso.
    Genial la simbiosis cocido montañés/ sentimiento a flor de piel.

    FELICIDADES!!!
    Un abrazo

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  5. Precioso, Raquel. Quise haber ido para conocerte y aplaudirte, pero una reunión me lo impidió. Tengo que felicitarte por tu calidad, elegancia, sensibilidad...
    Felicidades, Raquel.

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  6. Precioso, Raquel. Quise haber ido para conocerte y aplaudirte, pero una reunión me lo impidió. Tengo que felicitarte por tu calidad, elegancia, sensibilidad...
    Felicidades, Raquel.

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