lunes, 18 de enero de 2016

De vendimia

Así como las de la sangre, las manchas de vino son difíciles de sacar. Marcelino Peláez lo sabe bien. Regenta una tasca, que en época de matanza y acompañada ésta de los mejores caldos,  se llena de gente.
Pero no es ese el motivo de que la cantina esté siempre repleta.  Peláez tiene un gusto exquisito para elegir camareras. Mujeres bellísimas, que ataviadas con esos vestidos blancos, hacen las delicias de la concurrencia. La pena es que no duran mucho. Coincidiendo con los meses más fríos, desaparecen.
-           No era de buena cosecha, despedida. Contesta si le preguntan. 

Relato para la copa ENTC, primera ronda. Podéis ver la competición aquí. 

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