lunes, 30 de julio de 2018

Que digan misa

Te esperé cada verano 
aferrada con fuerza a estas dos copas,
la de ginebra con limón y la del árbol
-donde sellaste nuestro beso con navaja-

Me dolieron las noches,
las perchas vacías
el insomnio de los ácaros
buscando como yo, tu piel para adherirse.
Y así, con la cama ilesa,
pasaron los años,
              los solsticios,
                                   tú.
y de mí, comenzaron a decir
que me faltaba un hervor...
               (también algún verano)

Para #pasionesdeverano de Zenda Libros

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