5 años
130 escritores
260 relatos
1 Tiempo breve
1 Placer (enorme)
(para todo lo demás, "Esta noche te cuento"
martes, 20 de diciembre de 2016
miércoles, 7 de diciembre de 2016
Hogar dulce hogar
De un certero bocado,
le arrebató un beso, uno de esos que se daban cuando la llama de la pasión no
había hecho estallar aún la rutina por los aires; uno de esos que llenaba la
estancia, ahora diáfana, de lo que fue su alcoba durante años.
Desde hace tiempo él
duerme en el sofá, y ella, muchas noches, en la cama de su mejor amigo, pero
aun así, cada dos años, reparan grietas, sanean humedades y pintan de mentiras
las paredes, por si algún día tienen visitas
Imagen tomada de la red
miércoles, 30 de noviembre de 2016
martes, 22 de noviembre de 2016
Azul celeste
No era el mar pero se
le parecía. Lo coloreó con trazos fuertes y con sus pequeños dedos, lo difuminó
hasta fundir el color del cielo y del agua.
Se puso el vestido de los domingos,
el último que ella le compró antes de marcharse.
Colocó un barquito de papel
sobre el lienzo, apretó sus coletas y se encaramó a la proa.
Sopló todo lo
fuerte que pudo hasta embravecer las olas y alcanzar las nubes y el pelo de
mamá.
martes, 15 de noviembre de 2016
Tempestad
Espero que puedas perdonarme por llegar con la
lluvia, por aferrarme a tu puerta como un gorrión recién caído del nido y
hacerte pensar que necesitaba cobijo.
Llovió durante semanas, las paredes filtraron la humedad, las sábanas se mecieron con las olas y, exhaustos, fuimos incapaces de achicar más agua en nuestra piel.
Hubiera pasado así el resto de mi vida, pero salió el sol, y como otras, quisiste quebrarme las alas.
No pienses que fui ave migratoria, sólo quiero que sepas que me asustan las
jaulas y adoro las tormentas.Llovió durante semanas, las paredes filtraron la humedad, las sábanas se mecieron con las olas y, exhaustos, fuimos incapaces de achicar más agua en nuestra piel.
Hubiera pasado así el resto de mi vida, pero salió el sol, y como otras, quisiste quebrarme las alas.
viernes, 11 de noviembre de 2016
Pobreza energética
martes, 8 de noviembre de 2016
Cardinales
Limito al norte con la
necesidad de advertir el viento gélido en mi rostro para sentirme viva.
Al este, con el rocío
jugando en mis pies al caminar descalza.
Al oeste con un poema
de Gloria Fuertes y el quejido hondo de una guitarra.
El sur, sin embargo,
hace tiempo que rompió las fronteras y atraviesa mi piel al contacto con tu
boca.
martes, 25 de octubre de 2016
Lobos
Pasan uno a uno por el
despacho del director. Acatan las normas con las orejas gachas y cabizbajos emprenden
el camino de vuelta a clase. Ya en presencia del tutor, me piden disculpas con
la voz mermada bajo la piel de cordero. Conozco el protocolo, no es la primera
vez.
No quiero escuchar, sólo
cuento los segundos hasta que suena el timbre y echo a correr. Intento pasar
antes que ellos la primera esquina, pero fracaso. La manada ya está allí, afilando
los dientes.
Mi pantalón se moja.
Muerden de nuevo, más
fuerte.
martes, 18 de octubre de 2016
Frenopático
Cuando se prendieron las
cortinas de la cocina a lo bonzo, los platos y los vasos se desplomaron en el
suelo y tu ropa interior se defenestró hacia el patio de luces. Los cuchillos
sin embargo, corrieron más suerte al salir huyendo, lástima que al paso de su
filo, las fotografías se descuartizaran.
Todas, excepto la de
nuestra mesilla, la que nos hicimos cuando te juré amor eterno. Voy a guardarla
en un lugar seguro, por si las nubes se cubren nuevamente de rojo y las voces
inundan otra vez esta estancia.
Fotografía: N. Estalayo
martes, 11 de octubre de 2016
ReflejHados
Poco antes de
que los domingos fueran amargos, nos mirábamos desnudos en el espejo antes de
hacer el amor.
Tú sonreías, jugando a ruborizarte, y tus dientes tan blancos,
se colaban por alguna rendija del reflejo para cosquillear mi nuca.
Yo, que por
mi parte, siempre quise ser el más fuerte, te desnudaba más allá de la ropa,
como lo hacía años atrás en el instituto, tratando de ver el envés de tu piel,
como si allí dentro pudiera encontrar la llave con la que ella quiso abrirte el
corazón y cerrar este armario.
sábado, 8 de octubre de 2016
Para comerte mejor
Y fueron felices cuando al final del cuento mataron al cazador y el lobo cumplió su amenaza; Despacio, muy despacio.
Para los Viernes Creativos del blog "El bic naranja"
Imagen: Laura Zalenga
Para los Viernes Creativos del blog "El bic naranja"
Imagen: Laura Zalenga
miércoles, 28 de septiembre de 2016
Negocios sucios
Le manchaba los dedos de harina al entregarle el paquete al chico que llegaba a las diez, al de las once y así sucesivamente hasta la hora de la siesta, momento éste en que las vecinas dejaban de atisbar por la mirilla el trajín diario de la Feli, que desde que se quedó viuda y con 4 churumbeles a sus espaldas, tuvo que sucumbir al trabajo negro de aquel polvo tan blanco con el que ellas siempre pensaron que hacía repostería.
Imagen: Peter Maurer

martes, 20 de septiembre de 2016
Balas de borrar
El lápiz con el
que ella, cada mañana, se lo dibujaba, apareció 40 años después en la cuneta,
erguido entre la maleza, acunado por las amapolas, bien rojas, como a ella le
gustaban.
Resurgió con la punta bien
afilada; con la fuerza precisa para escribir su historia, la que otros trataron
de borrar de un disparo.
martes, 13 de septiembre de 2016
Déjà vu
El masajista no tardó en reconocer aquel lunar
bajo la nuca. Entre asustado y excitado, se sentó en el borde de la camilla y
comenzó a balancear incesantemente las piernas. La misma posición con la que lo
encontraron en el muelle, tras la huida de mamá.
Fotografía cedida por E. Burón
viernes, 26 de agosto de 2016
ACE
Tras lanzar el Juez la moneda al aire, ella decide
iniciar el partido con su servicio. Antes de comenzar con su saque, me mira, me sonríe, me arrebata. Pienso en decirle
algo, o hacerle un gesto cómplice, pero prefiero no desconcentrarla. Es su
primera final olímpica.
Bota la pelota con mimo, despacito, como si en esas
caricias pudiera seducir a la esfera para ese punto. Todo ese ritual me excita, pero es, en esa
manía tan suya de mojarse los labios con la punta de su lengua, cuando mi
corazón bulle. Mantiene las piernas flexionadas, una más adelantada, el tronco
levemente inclinado hacia adelante, eleva los brazos, el izquierdo con la
pelota y el derecho con la raqueta, en armonía hasta el impacto. Fuerte,
certero, letal.
El silencio del
encuentro se rompe con su sonoro gemido que me hace estremecer. Cierro los ojos
y veo su sudor golpeando mi pecho.
Son los aplausos los que como un jarro de agua
fría me devuelven a la pista. La veo acercarse, clavar sus ojos en mí, atisbo
entonces que quizá quiera la toalla, o que le pase dos pelotas.
Relato para "Esta noche te cuento" Para verlo en su página pulsad aquí
jueves, 25 de agosto de 2016
Veinte años, un día y todas las noches
Lo sencillo es esperar a que en la celda repartan
sábanas nuevas. Rasgarlas con precisión y elaborar un nudo lo suficientemente
fuerte como para que al caer, se produzca súbitamente la compresión de tu
tráquea y la fractura de tu médula.
Lo verdaderamente complejo es olvidar su cuerpo
desnudo cada noche, su boca susurrándote que te ama y que todo saldrá bien, y
sus manos apretando un gatillo en el que más tarde depositará tus huellas.
Relato finalista en el programa La Ventana de la Cadena Ser con su edición veraniega "Relatos en Serie"
jueves, 18 de agosto de 2016
Revista Zoque
La revista Zoque, haciendo gala siempre de su apuesta por la microliteratura, saca en su nueva edición un número especial sobre el Microrrelato.
PLACER en mayúsculas es lo que siento en el interior de sus páginas.
A la espera de su edición en papel, os dejo la edición digital. Pulsad AQUÍ
PLACER en mayúsculas es lo que siento en el interior de sus páginas.
A la espera de su edición en papel, os dejo la edición digital. Pulsad AQUÍ

domingo, 10 de julio de 2016
pescARTE
Tras años navegando en el pacífico, Marcos Quintero maldice su suerte.
Hoy, la fortuna, la mala, le ha
traído a su red un animal con el que lucha encarnizadamente. Es escurridizo y
trata de escapar de las manos del marinero que, enfurecido, introduce los dedos en
sus agallas y con los brazos sujeta sus aletas.
En ese duelo cuerpo a cuerpo en la cubierta del barco, descubre que el animal tiene pies de mujer, piernas de mujer, una sirena invertida a la que la lucha y el estar fuera del mar está fulminado su resuello.
El hombre observa ahora despacio su cuerpo, se deleita en cada curva, advierte el brillo fascinante de su pubis, el seductor olor de su sexo.
Con calma, lo toma en sus brazos al objeto de devolverlo al mar. Es, en ese preciso momento, justo antes de abandonar el barco, cuando el animal retoma su brío y de un bocado se lleva a Marcos con él, posiblemente para siempre.
Imagen: Rene Magritte (1934)
Relato para el blog “Esta noche te cuento”. Pulsa aquí
En ese duelo cuerpo a cuerpo en la cubierta del barco, descubre que el animal tiene pies de mujer, piernas de mujer, una sirena invertida a la que la lucha y el estar fuera del mar está fulminado su resuello.
El hombre observa ahora despacio su cuerpo, se deleita en cada curva, advierte el brillo fascinante de su pubis, el seductor olor de su sexo.
Con calma, lo toma en sus brazos al objeto de devolverlo al mar. Es, en ese preciso momento, justo antes de abandonar el barco, cuando el animal retoma su brío y de un bocado se lleva a Marcos con él, posiblemente para siempre.
Imagen: Rene Magritte (1934)
jueves, 7 de julio de 2016
Alea Jacta est
Como dijo el César al pasar por el Rubicón, la suerte está echada.
MICRORRELATOS FINALISTAS DEL CONCURSO RELATOS EN CADENA. EDICIÓN 2015-16
11 de julio: a partir de las 18.00h
Final anual del concurso Relatos en Cadena, de la Ser y la Escuela de Escritores.
Como si de una plaga venenosa se tratara fue subiendo, monte arriba y se llevó todo por delante, las cortezas de los árboles, los árboles, los jabalíes que se rascaban en las cortezas de esos árboles, la mariquita que se resguardaba bajo esa corteza y hasta la flor de jara en la que la mariquita descansaba. El ruido cesó y todo cambió. Ahora todo es gris. A veces lo enmascaran de blanco o de otros colores que imitan a otros colores; azul mar, verde pino, rosa jara, pero debajo todo es gris. Gris cemento.
Letras de
Oriente
Letras de Oriente
Desde el otro lado del planeta llegan las cartas que recibe periódicamente.
Cuando abre el buzón y encuentra un sobre escrito con esa letra extraña, siente
un regocijo que creía olvidado. Luego extrae con cuidado la cuartilla y lee sin
comprender. A veces encuentra dibujado un corazón, un pájaro o una flor de
almendro y por eso sabe que son cartas de amor. Las guarda ordenadas en un
cajón y algún domingo por la tarde, las abre y olfatea su perfume de madreselva.
Le hacen tanta ilusión, que no piensa devolverlas ni decirle al cartero que en
esa casa no vive Mizuki Tanaka.
Cosas que hacer
Raquel Lozano (Abril)
Acuérdate de lanzar mis cenizas al mar, de llevar al niño los lunes a inglés y los miércoles a natación. El jueves le ponen la vacuna y el viernes tiene revisión. No olvides regar las plantas ni sacar a Troylo a pasear antes de las 8 que si no, se lo hace encima. Recuerda que en mayo siempre se nos achucha el mes porque viene el seguro del coche y el tuyo de la caza. Haz verduras de vez en cuando, y pescado, que es más sano.
Ah, compra lejía y frota con agua fría la sangre; es como sale mejor.
Guerra de neologismos
Arantxa Portabales (Marzo)
Serán solo cien palabras. Las esconde en su mesilla de noche. Durante el
día, todas las que usa son inofensivas. Como por ejemplo “lavadora”,
“macedonia” o “cucharón”. Las otras, las usa solo en la habitación. Si intento
tocarla, abre su cajón y me grita: “Pilíapo” “Mustrode”, “Calíproce”… Yo
contraataco inventándole piropos: “Polimposa”, “Malíbula”… Nunca funciona. Hoy
decidí pedirle perdón. Así sin más. Se ha enfadado muchísimo. Ha sacado del
cajón su peor insulto y lo ha silabeado furiosa: “PI-LI-CA-TRA-LLO”. Cuando se
pone así, no hay manera. Lo que daría porque fuese ya de día y su dulce voz me
susurrase “lavavajillas”, “espumadera” o “colesterol”.
Un hombre honrado
Manuel Menéndez (Febrero)
Vivir a lo grande de los bienes gananciales nunca fue su objetivo, había
sido una enamorada fiel hasta hoy, me confesó entre lágrimas mientras yacíamos
exhaustos y desnudos. Tras meses de aburrida vigilancia, aquella tarde le había
desvelado el encargo de su millonario marido, y tras la desconfianza e
incredulidad, llegó la rabia que dio paso al sexo salvaje. Me vestí
contemplando su joven y hermoso cuerpo. Después, le disparé a quemarropa y salí
del hotel. El viejo me pagaba por saber si ella tenía un amante, cierto, pero
también por matarla si lo descubría, y yo era de los pocos detectives honrados
que quedaban en la ciudad.
Amantes
Ernesto Ortega (Enero)
Pero nunca, sin saber bien por qué, dejarán de mirar hacia arriba cuando
salgan del motel. Quizás porque lo único que desean es que, por fin, un rayo
les caiga encima y les parta en dos, para que una mitad pueda volver a casa con
sus mujeres y la otra subir de nuevo a la habitación.
Patera
Carmen Quinteiro (Diciembre)
Las besa con suma conciencia para no equivocarse entre tantas cabezas.
Puede que sea la última vez que besa a sus niñas pero la idea ha dejado de
dolerle hace días. Ellas, ajenas, juegan a sacar con un pequeño vaso de
plástico el agua que va entrando gota a gota en la balsa. Y ella, jugando
también a no morir, les dice que cuando lleguen, ya verán, van a ir a comprarse
un vestido nuevo y un helado.
Las madres
Asun Gárate (Noviembre)
Vuelven a ser invisibles y se cuelan de noche en las habitaciones de sus hijos. Sigilosamente, para no despertarlos, se acercan a sus camas, los miran con ternura, los arropan o los desarropan –según la temperatura del cuarto–, les acarician la mejilla, les tocan el pelo, les besan en la frente. Les susurran al oído que les quieren. Después, recogen del suelo las zapatillas, los vaqueros, la sudadera. Encuentran su móvil. Observan la pantalla. Quizás no haya cambiado su antigua contraseña. Quizás sigue siendo un niño. Su niño. Las madres suspiran, les piden perdón y salen sigilosamente de las habitaciones de sus hijos.
El espectador
Ana Sarrías (Octubre)
El puñetero ojo de la cerradura sigue rozando. Pero mi llave abre de todos modos, como siempre. Me descalzo y voy cruzando de puntillas el pasillo hasta la habitación de los niños. Están preciosos. Parece mentira todo lo que han crecido en un año. Les doy un beso en la frente y les arropo. Después entro en la habitación de los padres. Me acerco hasta su cama y les observo conteniendo la respiración. Me pregunto por qué no pudimos ser nosotros. Cómo se torció todo. Y cómo es que nunca cambiaron el bombín.
El desafío
Luz María Leira (Septiembre)
¡Cuánta fuerza y qué poca puntería tuvo el camello, para privarse de agua hasta desinflar sus gibas, para enroscarse el pescuezo, para arrancarse los dientes y retorcerse e introducir en su boca no solo el rabillo piloso sino también, una por una, sus cuatro zancas unguladas, para en esta sufrida posición de contorsionista chino apretarse y fruncirse y plegarse a sí mismo tantas veces doloridas que perdió la cuenta entre estertores, para convertirse en raquítico, en migaja, en miniatura, en pigmeo artiodáctilo, en microscópico átomo de camello exultante y conseguir contra cualquier pronóstico divino inadmisible traspasar de una maldita vez el puñetero ojo de la cerradura!
MICRORRELATOS FINALISTAS DEL CONCURSO RELATOS EN CADENA. EDICIÓN 2015-16
11 de julio: a partir de las 18.00h
Final anual del concurso Relatos en Cadena, de la Ser y la Escuela de Escritores.
Estrago
Mafalda
Bellido (Junio)
Como si de una plaga venenosa se tratara fue subiendo, monte arriba y se llevó todo por delante, las cortezas de los árboles, los árboles, los jabalíes que se rascaban en las cortezas de esos árboles, la mariquita que se resguardaba bajo esa corteza y hasta la flor de jara en la que la mariquita descansaba. El ruido cesó y todo cambió. Ahora todo es gris. A veces lo enmascaran de blanco o de otros colores que imitan a otros colores; azul mar, verde pino, rosa jara, pero debajo todo es gris. Gris cemento.
Letras de Oriente
Paloma
Casado (Mayo)
Cosas que hacer
Raquel Lozano (Abril)
Acuérdate de lanzar mis cenizas al mar, de llevar al niño los lunes a inglés y los miércoles a natación. El jueves le ponen la vacuna y el viernes tiene revisión. No olvides regar las plantas ni sacar a Troylo a pasear antes de las 8 que si no, se lo hace encima. Recuerda que en mayo siempre se nos achucha el mes porque viene el seguro del coche y el tuyo de la caza. Haz verduras de vez en cuando, y pescado, que es más sano.
Ah, compra lejía y frota con agua fría la sangre; es como sale mejor.
Guerra de neologismos
Arantxa Portabales (Marzo)
Un hombre honrado
Manuel Menéndez (Febrero)
Amantes
Ernesto Ortega (Enero)
Patera
Carmen Quinteiro (Diciembre)
Las madres
Asun Gárate (Noviembre)
Vuelven a ser invisibles y se cuelan de noche en las habitaciones de sus hijos. Sigilosamente, para no despertarlos, se acercan a sus camas, los miran con ternura, los arropan o los desarropan –según la temperatura del cuarto–, les acarician la mejilla, les tocan el pelo, les besan en la frente. Les susurran al oído que les quieren. Después, recogen del suelo las zapatillas, los vaqueros, la sudadera. Encuentran su móvil. Observan la pantalla. Quizás no haya cambiado su antigua contraseña. Quizás sigue siendo un niño. Su niño. Las madres suspiran, les piden perdón y salen sigilosamente de las habitaciones de sus hijos.
El espectador
El puñetero ojo de la cerradura sigue rozando. Pero mi llave abre de todos modos, como siempre. Me descalzo y voy cruzando de puntillas el pasillo hasta la habitación de los niños. Están preciosos. Parece mentira todo lo que han crecido en un año. Les doy un beso en la frente y les arropo. Después entro en la habitación de los padres. Me acerco hasta su cama y les observo conteniendo la respiración. Me pregunto por qué no pudimos ser nosotros. Cómo se torció todo. Y cómo es que nunca cambiaron el bombín.
El desafío
Luz María Leira (Septiembre)
¡Cuánta fuerza y qué poca puntería tuvo el camello, para privarse de agua hasta desinflar sus gibas, para enroscarse el pescuezo, para arrancarse los dientes y retorcerse e introducir en su boca no solo el rabillo piloso sino también, una por una, sus cuatro zancas unguladas, para en esta sufrida posición de contorsionista chino apretarse y fruncirse y plegarse a sí mismo tantas veces doloridas que perdió la cuenta entre estertores, para convertirse en raquítico, en migaja, en miniatura, en pigmeo artiodáctilo, en microscópico átomo de camello exultante y conseguir contra cualquier pronóstico divino inadmisible traspasar de una maldita vez el puñetero ojo de la cerradura!
miércoles, 29 de junio de 2016
Anticuerpos
Como si de una plaga venenosa se tratara,
busco el antídoto -en mis noches en vela-
al perfume de mujer en
tus camisas,
a las heridas subcutáneas que me causan
tu indiferencia.
Me inoculo de ti con vacunas de besos
-y no lo hago sólo porque te quiera-
Necesito ver si mi cuerpo es capaz
de generar tus anticuerpos:
Combatirte desde dentro,
quedarme inmune a tus desprecios…
aunque me muera.
Fotografía: Fan Ho
domingo, 19 de junio de 2016
Atraccion_es
Ahora que me acostumbré
a no darle más vueltas a la noria,
y a las noches sin tu algodón de azúcar,
recurro al túnel del miedo
y al tren de la bruja,
para descubrir que sólo soy
un tío vivo.
Viernes Creativo para “El Bic Naranja” que ahora gestiona Ana Vidal.
Nos da la imagen, le ponemos las palabras
a no darle más vueltas a la noria,
y a las noches sin tu algodón de azúcar,
recurro al túnel del miedo
y al tren de la bruja,
para descubrir que sólo soy
un tío vivo.
Viernes Creativo para “El Bic Naranja” que ahora gestiona Ana Vidal.
Nos da la imagen, le ponemos las palabras
sábado, 11 de junio de 2016
Tócala otra vez
De todos los bares del mundo tuvo que venir precisamente al mío, a este antro oscuro en el que las cucarachas se han declarado mis mejores clientes.
Pitillo en boca, sed insaciable y ese aire irresistible de tipo duro, me pidió una copa donde ahogarnos juntos.
A falta de Sam para recordarnos que un beso es sólo un beso, nos devoramos a ritmo de Extremoduro
Si te vas
me quedo en esta calle sin salida, sin salida.
Que este bar
está cansado ya de despedidas, de despedidas.
Tras acabar con las existencias de Bourbon, se despidió con un “siempre nos quedará París” que entendí, cuando al salir con los ojos empañados en su búsqueda, dibujó en el edificio de enfrente, la Torre Eiffel.
Pitillo en boca, sed insaciable y ese aire irresistible de tipo duro, me pidió una copa donde ahogarnos juntos.
A falta de Sam para recordarnos que un beso es sólo un beso, nos devoramos a ritmo de Extremoduro
Si te vas
me quedo en esta calle sin salida, sin salida.
Que este bar
está cansado ya de despedidas, de despedidas.
Tras acabar con las existencias de Bourbon, se despidió con un “siempre nos quedará París” que entendí, cuando al salir con los ojos empañados en su búsqueda, dibujó en el edificio de enfrente, la Torre Eiffel.
Para los Viernes Creativos del Blog El Bic Naranja. Nos dan la imagen y le ponemos las palabras
martes, 7 de junio de 2016
Soles en el ocaso
La escritora canaria Ana Vidal, Anita Dinamita para los amigos, lee uno de mis relatos en su sección de Relatos del programa Soles en el Ocaso. En esta ocasión, la selección que hace es de relato negro.
Un placer compartir mis letras contigo, Anita.
Mi relato en el minuto 71:30, pero no dejéis de escuchar los del resto de compañeros.
Pulsad AQUÍ
Un placer compartir mis letras contigo, Anita.
Mi relato en el minuto 71:30, pero no dejéis de escuchar los del resto de compañeros.
Pulsad AQUÍ
miércoles, 25 de mayo de 2016
Adverbios de nocivo tiempo
Su obsesión espacio temporal le convirtió en reloj. Uno suizo, de precisión rigurosa, de mecanismo inclemente. Un maldito canalla que marcaba cada uno de nuestros pasos en su tic tac.
Nuestros lugares de encuentro siempre fueron, por decisión suya, adverbios de tiempo; antes, después, luego, nunca, jamás…
Probé cientos de artimañas para devolverle sus defectos, sus imperfecciones, el sabor amargo del caos, que tan dulce me parecía ahora. Probé a quitarle las pilas, parar sus manecillas pegándolas a mi piel, estropear su maquinaria; a golpes, a besos, a mordiscos…
Mis deseos, además de infructuosos, cayeron en la desidia, como cae un suicida por propensión; despacio.
Mientras, pasó a ser un exiliado. El que afianzó nuestra rutina, fue el implacable SIEMPRE.
Probé cientos de artimañas para devolverle sus defectos, sus imperfecciones, el sabor amargo del caos, que tan dulce me parecía ahora. Probé a quitarle las pilas, parar sus manecillas pegándolas a mi piel, estropear su maquinaria; a golpes, a besos, a mordiscos…
Mis deseos, además de infructuosos, cayeron en la desidia, como cae un suicida por propensión; despacio.
Mientras, pasó a ser un exiliado. El que afianzó nuestra rutina, fue el implacable SIEMPRE.

viernes, 20 de mayo de 2016
Elige un color
Su cuerpo es una bomba de relojería, un artefacto explosivo
en el que inmolarme siempre apostando por el cable rojo.
Viernes Creativo para el blog El Bic Naranja
Imagen de Drew Darcy
Imagen de Drew Darcy
martes, 3 de mayo de 2016
Cuenteando que es gerundio
Como cada año, la asociación "Aguilar te envuelve" junto con la Biblioteca Municipal de Aguilar de Campoo, entrega los premios del concurso Cuenteando.
Dicen que ser el segundo es ser el primero de los perdedores. No sé qué significará ser el 3º, el 4º y el 5º, pero a mí me hace ilusión, máxime si además el primer premio se lo otorgan a mi compañera de fatigas Nuria Estalayo. ¡Enhorabuenaaaa!
Dicen que ser el segundo es ser el primero de los perdedores. No sé qué significará ser el 3º, el 4º y el 5º, pero a mí me hace ilusión, máxime si además el primer premio se lo otorgan a mi compañera de fatigas Nuria Estalayo. ¡Enhorabuenaaaa!
miércoles, 27 de abril de 2016
Palentinos por Madrid
En dos meses se celebrará la final anual de los Relatos en Cadena, en los estudios centrales de la SER en Madrid.
Esta palentina se ha ganado una plaza para estar allí.
Días en los que la FELICIDAD se escribe con mayúsculas.
Esta palentina se ha ganado una plaza para estar allí.
Días en los que la FELICIDAD se escribe con mayúsculas.
Si queréis escuchar el programa, ahí está el Podcast. Pulsad aquí.
viernes, 22 de abril de 2016
Palentinos por Sant Jordi
Nuestros
miedos cabían en una maleta, nuestros
sueños, en un billete de tren.
3º premio en el IV concurso de tuitrelatos "Un tren d'històries" organizado por Ferrocarrils de la Generalitat Catalana y L'Escola D'Escriptura de L'Ateneu Barcelonès.
3º premio en el IV concurso de tuitrelatos "Un tren d'històries" organizado por Ferrocarrils de la Generalitat Catalana y L'Escola D'Escriptura de L'Ateneu Barcelonès.
martes, 19 de abril de 2016
Cosas que hacer
Acuérdate de lanzar mis
cenizas al mar, de llevar al niño los lunes a inglés y los miércoles a
natación. El jueves le ponen la vacuna y el viernes tiene revisión. No olvides
regar las plantas ni sacar a Troylo a pasear antes de las 8 que si no, se lo
hace encima. Recuerda que en mayo siempre se nos achucha el mes porque viene el
seguro del coche y el tuyo de la caza. Haz verduras de vez en cuando, y
pescado, que es más sano.
Ah, compra lejía y frota con agua fría la sangre; es
como sale mejor.
Con este relato he ganado la final semanal de Relatos en Cadena del programa La Ventana de la Cadena SER.
Con este relato he ganado la final semanal de Relatos en Cadena del programa La Ventana de la Cadena SER.
domingo, 17 de abril de 2016
martes, 5 de abril de 2016
Ruega por nosotros
Deja unos puntos suspensivos, como cuentas de un
rosario prendiendo del talle de su hábito.
Tras los azotes, Sor Ángela me ha puesto cara a la
pared y, como cada viernes, ha vuelto a castigarme sin recreo. Sé que esos son
el menor de los castigos.
- Tienes que ser buena…, me susurra al oído, sujetando
mi rostro, mientras el alborozo del patio se cuela sin piedad por las rendijas
de la ventana.
Fotografía tomada de la red
miércoles, 9 de marzo de 2016
Gabo
Serán sólo cien palabras, contesta como un ritual Gabriel a su mujer.
Cien, masculla ella mientras ultima la enchilada con abundante queso para gratinar, siempre dices cien.
Él la escucha trajinar en la cocina y con una sonrisa vuelve al papel de su máquina de escribir que ansiosa espera sus manos. “Macondo era entonces una aldea de veinte casas”. Con esta frase pone fin a la página, saca el papel con calma y es, por el sonido que emite el rodillo de la Underwood, por lo que Mercedes sabe que se sentarán a cenar frío. Como cada noche.
Cien, masculla ella mientras ultima la enchilada con abundante queso para gratinar, siempre dices cien.
Él la escucha trajinar en la cocina y con una sonrisa vuelve al papel de su máquina de escribir que ansiosa espera sus manos. “Macondo era entonces una aldea de veinte casas”. Con esta frase pone fin a la página, saca el papel con calma y es, por el sonido que emite el rodillo de la Underwood, por lo que Mercedes sabe que se sentarán a cenar frío. Como cada noche.
viernes, 4 de marzo de 2016
The red light
Dejé de fumar.
Sustituí el cigarrillo de “después”,
por poesía.
Sólo tres versos fui capaz de componer.
Dos, cargados de desamor,
el último,
previo pago.
ViernesCreativo para el blog El bic Naranja
Imagen: Richard Tuschman a lo Hopper.
Hopper, siempre Hopper
Sustituí el cigarrillo de “después”,
por poesía.
el último,
previo pago.
ViernesCreativo para el blog El bic Naranja
viernes, 26 de febrero de 2016
Dejame
Corría el 82 cuando yo me encaminaba despacio al temible vestíbulo de los 40. Era el año de Naranjito, del Totus Tuus, de la muerte de Chanquete, de Felipe González, pero sin duda, no era mi año.
Había vivido con 3 hombres y me había desvivido por otros tantos. El último me dejó sus preservativos en la mesilla de noche, su sonrisa en el felpudo y como últimos regalos, un embarazo de tan sólo una falta y una canción de Los Secretos, en la radio que me servía de despertador.
DEJAME, cantaba la emisora y el capullo del locutor ensalzaba las letras de aquel grupo mientras la lluvia caía intensa por el espejo ante el que me prometí, tiempo atrás, no volverme a enamorar.
De un manotazo, acallé la radio y me di la vuelta en la cama. El hueco de su ausencia, de la de los otros, de todos ellos, se cubrió de seda y un pellizco en el vientre, me recordó que tenía más de mil razones que valían la pena.
Esta es mi participación en ENTC con el tema "radio" si queréis verlo, pulsad AQUI
Había vivido con 3 hombres y me había desvivido por otros tantos. El último me dejó sus preservativos en la mesilla de noche, su sonrisa en el felpudo y como últimos regalos, un embarazo de tan sólo una falta y una canción de Los Secretos, en la radio que me servía de despertador.
DEJAME, cantaba la emisora y el capullo del locutor ensalzaba las letras de aquel grupo mientras la lluvia caía intensa por el espejo ante el que me prometí, tiempo atrás, no volverme a enamorar.
De un manotazo, acallé la radio y me di la vuelta en la cama. El hueco de su ausencia, de la de los otros, de todos ellos, se cubrió de seda y un pellizco en el vientre, me recordó que tenía más de mil razones que valían la pena.
Esta es mi participación en ENTC con el tema "radio" si queréis verlo, pulsad AQUI
miércoles, 24 de febrero de 2016
Todos los días de tu vida
Cada vez que le hablaba del último sobre
rechazado en el cementerio se ponía como una fiera.
-No puedes escribir allí. Nadie recoge cartas para un muerto.
-Lo sé, amor, pero no puedo evitarlo, contestaba ya más tranquila.
La calma se deshacía nuevamente, cuando sus hijos entraban en la estancia y volvían a reñirla por seguir hablando sola.
-No puedes escribir allí. Nadie recoge cartas para un muerto.
-Lo sé, amor, pero no puedo evitarlo, contestaba ya más tranquila.
La calma se deshacía nuevamente, cuando sus hijos entraban en la estancia y volvían a reñirla por seguir hablando sola.
Fotografía: Chema Madoz
miércoles, 17 de febrero de 2016
Cinco minutos de gloria
Tras cuarenta años
en la administración, Benito López, vigilante jurado del Juzgado, ha pasado siempre
inadvertido. A pesar de su expediente
intachable, nadie lo ha felicitado nunca. Ni cuando a la fuerza y sin uso de
arma alguna, detuvo al preso que trataba de escapar tras su declaración ante el
Juez, ni cuando aquel pobre hombre quiso
vengarse del usurero fiador, intentando clavarle el abrecartas del secretario.
Esta noche, una
cualquiera de un año bisiesto, es su última noche allí. Nadie lo espera para
cenar después, nadie ha preparado una fiesta con palabras de halago y reloj de
oro por su jubilación.
Sólo el espejo del baño le recordará quien es, tan sólo ese reflejo cuadrado será testigo mudo de la única vez que Benito use la reglamentaria. Quizá mañana sí hablen de él.
Sólo el espejo del baño le recordará quien es, tan sólo ese reflejo cuadrado será testigo mudo de la única vez que Benito use la reglamentaria. Quizá mañana sí hablen de él.
Relato seleccionado para la final del mes de febrero de la Abogacía española, podéis verlo aquí.
Fotografía tomada de la red
martes, 9 de febrero de 2016
Un matrimonio de alta mira
Vivir a
lo grande de los bienes gananciales. Sin reloj, sin hipoteca, sin telediarios y
políticos corruptos, sin que insistente,
el teléfono móvil, te recuerde que tienes un montón de Whatsapp sin leer.
Escuchar
el crepitar del fuego, la dulce calma del discurrir del río y pasear desnudos.
Hacer
el amor cuándo y dónde nos venga en gana.
Salir
de caza sólo cuando tengamos hambre y pintar en las paredes para, sin saberlo,
hacer historia. Aunque en un futuro, nos
llamen a nosotros Trogloditas.
miércoles, 3 de febrero de 2016
Miau
Con sus cenizas en mi regazo, y el luto disipándose en la noche, emprendí el camino del tanatorio a casa, sin más compañía que la de aquel felino que decidió seguir mis pasos.
Dejé entrar al gato en casa. Ronroneó en su sillón, hurgó en mis recuerdos.
Sumisa ante sus maullidos, le serví un vaso de leche y ocupó su lado de la cama. La suavidad del pelaje me sedujo. Sus ojos, verdes, destellantes, embriagadores, como los de él, me hicieron irremediablemente suya.
Me desnudé despacio ante su atenta mirada.
Excitado, comenzó a arañarme suavemente la espalda.
Fotografía: Alberto Medina
Relato para la copa ENTC para verlo en la web pulsad AQUI
Dejé entrar al gato en casa. Ronroneó en su sillón, hurgó en mis recuerdos.
Sumisa ante sus maullidos, le serví un vaso de leche y ocupó su lado de la cama. La suavidad del pelaje me sedujo. Sus ojos, verdes, destellantes, embriagadores, como los de él, me hicieron irremediablemente suya.
Me desnudé despacio ante su atenta mirada.
Excitado, comenzó a arañarme suavemente la espalda.
Fotografía: Alberto Medina
Relato para la copa ENTC para verlo en la web pulsad AQUI
jueves, 28 de enero de 2016
Zoque
Feliz de volver de nuevo a las páginas de la revista Zoque.
lunes, 25 de enero de 2016
Remendadora de profesión
Antoñita tiene fama, según las sucias lenguas, de mujer de mal vivir.
A su casa acuden, almas grises, afligidas. Corazones rotos.
Lo que sus vecinos no saben, es que en esa línea estrecha
que divide sus muslos, sólo apoya el acerico. Que en su pecho, sólo juguetea la
cinta métrica y que sus manos son felices, cuando las tijeras cortan los
hilvanes de los corazones ya reparados.
A los
clientes, sólo les pide la voluntad, y a Dios, si es que existe, que uno de
esos latidos, remendado o no, algún día, pase sin llamar, y decida quedarse.
Fotografía: Nuria Estalayo
Relato para la copa ENTC, segunda ronda. Podéis ver el encuentro, AQUÍ
lunes, 18 de enero de 2016
De vendimia
Así
como las de la sangre, las manchas de vino son difíciles de sacar. Marcelino Peláez
lo sabe bien. Regenta una tasca, que en época de matanza y acompañada ésta de
los mejores caldos, se llena de gente.
Pero no
es ese el motivo de que la cantina esté siempre repleta. Peláez tiene un gusto exquisito para elegir camareras.
Mujeres bellísimas, que ataviadas con esos vestidos blancos, hacen las delicias
de la concurrencia. La pena es que no duran mucho. Coincidiendo con los meses
más fríos, desaparecen.
- No era de buena cosecha, despedida. Contesta si le preguntan.
Relato para la copa ENTC, primera ronda. Podéis ver la competición aquí.
jueves, 14 de enero de 2016
martes, 12 de enero de 2016
Gestión de residuos
Por qué demonios sus
dueños los han abandonado en ese inhóspito lugar, se pregunta Inés, al mismo
tiempo que se ajusta los guantes de látex. Tras la alarma que indica cambio de
turno, se sujeta el pelo con un coletero y se pone la mascarilla.
Cuatro años de Biotecnología,
Master en Química orgánica e inmunología y se siente como ese móvil que pasa
por la cinta de reciclado junto a la cáscara de huevo; desmantelada, apagada y
fuera de cobertura.
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